
Cuando Lola G. Luna puso en mis manos el libro de Cristina Suaza Vargas poco
imaginaba que su lectura me sumergiría en un mar de tantas resonancias y
complicidades. A las pocas páginas, lo primero que se observa es un tono narrativo de una mujer que conscientemente ha querido expresarse como feminista. No ha sido tarea
fácil apropiarnos de un tono de voz con el que sentirnos identificadas. Detrás de esa voluntad hay mucha rebeldía, cuestionamiento, reflexión, encuentros y desencuentros…
Publicado en el Anuario de Hojas de Warmi, nº 15, 2010.